domingo, 1 de septiembre de 2013

Presupuesto

Durante la primera mitad del siglo XX, el COI contó con un pequeño presupuesto. Como presidente del COI de 1952 a 1972, Avery Brundage rechazó todos los intentos de vincular las Olimpiadas con el interés comercial. Brundage creía que la presión de los intereses corporativos afectaría indebidamente la toma de decisiones del COI. La resistencia de Brundage a este flujo de ingresos provocó que el COI dejara a los comités organizadores negociar sus propios contratos de patrocinio y empleo de los símbolos olímpicos. Cuando Brundage se retiró, el COI contaba con 2 millones de dólares en activos; ocho años después, el COI contaba con $45 millones. Esto se debió principalmente a un cambio en la ideología hacia la expansión de los Juegos a través del patrocinio corporativo y la venta de derechos televisivos. Cuando Juan Antonio Samaranch fue elegido presidente del COI en 1980, expresó su deseo de hacer que el COI fuera financieramente independiente.
En Los Ángeles 1984, gracias a la venta de derechos exclusivos de patrocinio, el comité organizador generó un superávit presupuestario. Más tarde, el COI buscó controlar estos derechos de patrocinio. Por esta razón, en 1985 estableció el Programa Olímpico (TOP por sus siglas en inglés). Los miembros de este programa reciben derechos exclusivos de publicidad y uso del símbolo olímpico —los anillos olímpicos— en sus publicaciones y anuncios. El costo de incorporarse a él es de aproximadamente $50 millones de dólares por una olimpiada —cuatro años—.

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